Celebra tu boda en un lugar de ensueño

El encanto innato de la naturaleza se mezcla en esta finca con una decoración atrevida y repleta de color que te hará sentir que estás celebrando tu boda en un oasis de calma donde lo más importante es que todo sea perfecto para ti. Todos tus invitados recordaran sus espacios únicos, ya sea por los preciosos jardines repletos de flores y con vistas a la Sierra o por sus originales salones y comedores. Y, para que nada empañe tu gran día, deja que el equipo de la finca cuide todos los detalles para ti: música, decoración, catering, wedding planner… Tendrás una boda echa a medida.

Con una fachada principal robusta, en piedra, la Casona de Torrelodones es uno de los diversos espacios de los que dispone El Senescal para celebrar bodas. Su arquitectura parece transportarte en el tiempo y te hará sentir el protagonista de una romántica historia señorial, aunque las decoraciones y el agradable comedor ayudan a que no se pierda el toque acogedor. Además, ¡tendrás grandes vistas!

Trabajando sobre elementos campestres y naturales, Peñarrubia de Araceli ofrece una estética extremadamente cuidada con la que aporta a estos elementos más rústicos una gran elegancia. Gracias a elementos más contemporáneos, tus invitados y tú contaréis con todas las comodidades durante la ceremonia y el banquete. Déjate cautivar por el ambiente diáfano y liviano de sus espacios, repleto aquí y allá de decoraciones naturales que aportan un toque de frescura.

Aunque la entrada de esta finca, con sus aires de caserío manchego, podrían hacerte esperar algo muy tradicional, la Vega de Henares cuenta con un lado moderno que dará un toque de originalidad a tu boda y hará que no os falte de nada. El comedor interior y el espacio de ceremonias mantienen una estética clásica que dotará a tu boda de elegancia, mientras que las zonas chill out o la iluminación nocturna de la fachada aportan el toque moderno y divertido.

Los techos altos y los tonos rojizos y neutros de este complejo son casi una marca de identidad. La estética sobria es ideal si buscas una boda en la que prime la elegancia, de corte clásico, pero sin caer en lo anodino. Ninguno de tus invitados olvidará las grandes estancias o los cuidadísimos detalles. Incluso la zona de discoteca destaca por su ambiente tradicional, casi de época, pero no te preocupes, porque eso no te impedirá tener una fiesta moderna y por todo lo alto.

Lo cierto es que, durante el día, esta finca no tiene gran necesidad de luz artificial: con grandes ventanales, espacios amplios y diáfanos y multitud de zonas exteriores, la luz natural se cuela en todos los recovecos. Pero si te gusta que la celebración se mantenga cuando se va el sol, todas las pequeñas bombillas de la finca (marcando los caminos, realzando las decoraciones y llenándolo todo de luz) darán un toque de encanto a la finca que, sin duda, te dejará prendado.

Los amplios jardines, los olivos, los numerosos espacios porticados… los elementos se van sumando y acaban dando a la Casa del Valle un ambiente de lo más mediterráneo. ¿Pinta bien? La finca es amplísima, por lo que podrás elegir tus rincones favoritos para celebrar la ceremonia y el banquete: la pradera, los patios, los jardines, los espacios interiores… En todos ellos, el personal de la finca se encargará de cuidar los detalles para dejarlos a tu gusto.

Esta finca de El Molar no recibe su nombre en vano, ya que su mobiliario destaca por su estilo normando. La estética se completa con unos tonos cálidos que resultan envolventes y acogedores y que harán que tus invitados se sientan como en casa (¡incluso contarán con zonas chill out para relajarse un poco si quieren!). Y, si eres más de exteriores, no te preocupes: podrás disfrutar de su jardín.

La finca Villa María destaca por su palacete, regio, decorado con delicadeza en su interior, evocando el estilo propio de principios del siglo XX. Estar entre sus paredes te hará sentir que has viajado el tiempo y te envolverá en un ambiente lujoso, sin caer en lo sobrecargado. Los tonos claros y neutros aportan sensación de amplitud y luminosidad, aprovechando al máximo la luz que entra por los ventanales que dan al cuidado jardín. Lo clásico se mezcla con detalles de originalidad contemporánea, dándole a tu boda un toque único.

Seguramente lo más destacado de esta finca de Guadarrama sea su ubicación junto al lago, que le otorga rincones tan especiales como el embarcadero o la playa. El terreno de la finca es muy grande, por lo que hay muchos espacios distintos que pueden ser ideales para celebrar tu boda, tanto interiores como exteriores. Las instalaciones dan un toque de modernidad al entorno natural, sin abandonar en ningún momento el buen gusto y la elegancia.